jueves, 11 de junio de 2009

Instrucciones para mirarse al espejo


Colóquese en frente del espejo. Cuélguelo cuidadosamente a una altura prudente, similar a la de su estatura. Asegúrese de que quede correctamente fijado, ya que, dado el caso de que se tratara de un espejo suicida, éste podría correr por las paredes y techos, hasta arrojarse a través de la ventana próxima.
Antes de enfrentar a su reflejo, es necesario que deje todos sus prejuicios de lado. Los reflejos son muy astutos y logran percibir con muchísima facilidad lo que las personas traen en mente. Párese firme y manténgase serio (de esta manera, demostrará respeto). Examine con detenimiento cada una de sus facciones. Luego, para romper el hielo, comience a mover los labios de derecha a izquierda, de arriba hacia abajo, frenéticamente. Repita esta secuencia respectivamente con ojos, nariz y cejas, y a continuación, con todas las partes del rostro de manera simultánea. Es probable que, en un principio, extrañado, su “yo” del espejo vacile unos minutos antes de empezar a imitarlo, y se quede de brazos cruzados. Siempre tan desconfiados ellos. Pero si usted le ha caído bien, pronto comenzará a seguir sus movimientos, incorporando quizás, algunos pasos de baile.
No olvide mantener una relación amistosa con su reflejo. Éste puede ser de gran ayuda a la hora de combinar carteras con zapatos o camisas con corbatas. Se recomienda evitar críticas, ya que antes éstas, suelen volverse algo hostiles, y a modo de venganza procurarán devolverle la peor imagen de usted mismo que jamás haya visto. Además, le harán burla cada vez que les de la espalda y, los más traicioneros, pueden aprovechar sus momentos de distracción para arrojarle cualquier objeto que se encuentre a su alcance. Fue así el caso del reflejo irlandés, que cansado de escuchar groserías, tomó un jarrón de porcelana y lo lanzó contra su doble, provocándole serios cortes en la parte superior de la cabeza, y por supuesto, la pérdida de aquella reliquia que costaba fortuna. De más está decir, que después de esto se dio a la fuga, aunque algunos vendedores de espejos creen haberlo visto paseándose de marco en marco.
Por último, pero no por eso menos importante, debe comprender que, al igual que nosotros, a los reflejos les gusta pasar tiempo con su familia y amigos, ir al cine, y por lo general realizan estas actividades durante el día, cuando usted se encuentra fuera de su casa. Por esa razón, sería conveniente que evite buscarlos en cada espejo que encuentran en la calle. Y, si no es mucho pedir, tenga algo de consideración y, si se levanta a mitad de la noche para ir al baño o tomar agua, no encienda la luz, ¡ellos también duermen!
Ayelén Tejada De Clerk

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