martes, 16 de junio de 2009

Instrucciones para alisarse el cabello.

Por Mariela Salas



Su pelo castaño, largo hasta la cintura, no es enrulado pero tampoco es muy lacio, tiene mucha cantidad y volumen. Todas las mañanas al levantarse, luego de cepillarse los dientes y lavarse la cara, empieza con lo que considera algo crucial. En realidad, sea para salir a trabajar o prepararse para ir a bailar, siempre se le presenta la misma necesidad. Algo que se ha convertido en una rutina diaria y que se le puede presentar en más de un momento del día. Así ha sido durante los últimos cinco años. Y si bien parece ser un actividad aburrida y monótona, la disfruta mucho.
Primero enchufa ese artefacto del cual no podría prescindir jamás, el alisador de pelo que, en el lenguaje coloquial, se denomina “planchita”. Tiene la forma de una pinza como esas que se usan a veces en la cocina para agarrar la comida. Es uno de los últimos que acaban de salir al mercado y trae consigo un termostato que le permite regular la temperatura que, para su tipo de cabello, el manual establece en los 20 grados. Rápidamente empieza a tomar calor, lo cual es ideal porque no cuenta con mucho tiempo por las mañanas.
Antes de comenzar comprueba que el pelo no haya quedado húmedo, si así fuera un golpe de calor con el secador soluciona este problema. Mientras espera a que la temperatura llegue al nivel indicado, empieza a desenredar su cabello, algo que a veces le cuesta por la costumbre de acostarse a dormir con el pelo mojado. Los separa en cuatro capas horizontales comenzando desde la nuca hasta la parte superior de su cabeza. Cada capa es amarrada con una hebilla.
Un silbido le avisa que “la planchita” ya esta lista. Suelta la primera capa de pelo aquella que nace en su nuca y separa un mechón que sostiene con la mano derecha mientras que con la izquierda, dado que es zurda, toma el mango de su artefacto. Coloca el mechón entre los extremos y aprieta para que se cierren sosteniendo el cabello. Empieza a deslizarlo desde la raíz hasta la punta. Es necesaria más de una pasada, suficiente con tres o cuatro. Suele salir algo de humo, seguramente porque algunos cabellos han quedado húmedos, pero no importa, ya que ese alisador sirve también para pelos mojados.
El cabello sumamente caliente, quema sus dedos, por eso en cada pasada lo sostiene con un peine de dientes muy finos que a su vez ayudan a que el alisado quede más firme. Dado que es algo obsesiva con su pelo, ni bien termina con un mechón le coloca un producto que evita que el cabello se dañe, porque que esta es una rutina diaria que suele estropearlo mucho. Así hará en toda su cabellera. En aproximadamente 15 minutos su pelo esta completamente alisado y ella lista para seguir con el resto de las rutinas que la acompañaran en su día.

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