martes, 16 de junio de 2009

Instrucciones para lavar los platos a mano


Actividad que no a todos les agrada, pero que es necesario llevarla a cabo por lo menos dos veces al día en cada hogar. Para esto primero es preciso levantar los platos correspondientes de la mesa, esta actividad la puede hacer otra persona, no hace falta que sea la misma que luego los lavará. En seguida sí, entra en escena el o la encargada del lavado, que le corresponde arrastrar con una servilleta de papel los residuos de comida en un tacho de basura. Luego debe organizar la vajilla según su ejemplar: los platos apilados uno arriba del otro, si hay de diferentes tamaños o formas es necesario acomodar de mayor a menor y en la cima los hondos. De igual manera las cacerolas, ensaladeras y bandejas, de mayor a menor, uno adentro del otro, como las muñecas rusas. Los vasos, tazas y sobre todo las copas separados en un sector seguro. Y por último los cubiertos, si son muchos y se ha consumido una comida muy grasosa como el asado, por ejemplo, es recomendable colocar a todos estos dentro de uno de los recipientes más amplios con agua bien caliente (se puede sacar un poco de la pava que se ha puesto para el té o café de la sobremesa), unas gotas de detergente, y dejar reposar.
Una vez que toda la vajilla esta ordena y acomodada de un lado de la pileta de la cocina, es obligatorio comenzar con el proceso de enjabonado. Para esto es necesario los siguientes materiales: agua caliente, una pileta, detergente -se recomienda una buena marca de esas que nunca acaban-, diferente tipo de esponjas (de felpa, de virulana y otra apta para el teflón), un trapo o toalla para limpiar la cocina de restos de jabón y agua; un par de guantes de goma en el caso de ser sensible al agua caliente y a los productos químicos o haberse hecho la manicure hace poco tiempo; y un delantal para no manchar la ropa.
¡Ahora sí, comienza el proceso de lavado! Debe colocar en la esponja abundante detergente y agua, estrujarla hasta que brote la espuma por todos los costados de la mano, eso es señal de que puede continuar. Eso sí, deberá volver a mojar la esponja cada cuatro utencillos aproximadamente. Dependen las posibilidades de cada persona, ya sea diestro, zurdo o ambidiestro va a manipular la esponja con la mano que mejor le convenga. Entonces comience a enjabonar los platos, de un lado y del otro, con mucha espuma y energía. Lo mismo hará con las cacerolas y ensaladeras. Luego se seguirá por los vasos y copas que se hará cuidadosamente de adentro hacia fuera y serán colocados de nuevo en su lugar. Por último los cubiertos, con extremo cuidado, ya que pueden cortar. Por lo tanto se deben tomar a estos del mango y desde allí pasar la esponja hacia el otro extremo. Con respecto a los cuchillos, la esponja debe envolver el filo y así se correrán menos riesgos.
Ya enjabonada toda la vajilla, abrirá el grifo y buscará una temperatura óptima, esto quiere decir caliente pero sin quemarse la piel. Una vez encontrada esa temperatura comenzará con el enjuagado. Tomará la vajilla y la pasará por debajo del agua hasta que esta se lleve todo el jabón y la suciedad. Puede suceder que todavía queden restos de grasa o partes quemadas en ollas y sartenes, estas son las más difíciles de limpiar. Es por eso que durante el enjuagado debe tener a mano aún la esponja que corresponda para frotar lo que sea necesario.
Si posee una escurridera, que son esas estructuras de plástico o metal con diferentes compartimentos, se facilita el modo de acomodar la vajilla ya enjuagada, casi siempre los platos van de forma vertical, los vasos boca abajo y los cubiertos con sus puntas hacia abajo en un pequeño recipiente. Sino se recomienda colocar a los platos boca abajo sobre un repasador seco, los vasos también y los cubiertos en algún recipiente donde quepan cómodamente.
Finalmente sólo resta limpiar las esponjas, la mesada y pileta con restos de jabón, agua y algunos residuos. Todo el procedimiento puede llevar entre cinco a veinte minutos, dependiendo exclusivamente de la cantidad de platos para lavar.
Advertencia: se ruega que las personas que lleven a cabo este proceso no discutir acaloradamente entre sí, o realizar la actividad en estado de melancolía, tristeza o llanto incontrolable, ya que podrían romper mucho de los utensillos e incluso cortarse con alguno de ellos. Tampoco es ideal lavar mientras se habla por teléfono porque este se puede resbalar y caer dentro de la pileta con agua, y así producir un corto circuito.

1 comentario:

Naldo dijo...

Hola,

"arrastrar con una servilleta de papel los residuos de comida en un tacho de basura"

te podrías ahorrar la servilleta de papel y hacerlo con un cubierto y así darías tu granito de arena por la salud del planeta.

Saludos,
Naldo